Cornudos, Corneadores y Esposas Calientes

Lo que voy a contarles ocurrió hace un par de años. Para comenzar, los voy a introducir en la escena. Soy artista plástico y me dedico además a la promoción y venta de obras de colegas. Así fue cómo conocí a Carlos, un cliente de unos cincuenta y tantos, que vino recomendando y que poco a poco fue convirtiéndose en habitué. Carlos tiene una casa de decoración en Palermo, y siempre acude a mí para que lo asesore en materia artística. Gracias a este vínculo, eran muy frecuente las charlas amenas, de la vida, que manteníamos día a día. A veces por teléfono, mensajes o de manera personal. Esta confianza dio lugar a que rápidamente, Carlos se diera cuenta de mis gustos, mi mente abierta respecto del sexo y el deseo por vivir la vida con intensidad, gozando cómo se debe. Siempre me tildaba de libertino, me decía Baco -por mi gusto por el vino- y también ¨bon vivant¨.Si bien yo le contaba de mis conquistas, nunca le había hecho referencias a mis prácticas en el mundo del cuckold. Como cada martes, vino a mi oficina a buscar unos trabajos, pero esta vez más temprano de lo habitual- eran las 11 am- y cuándo salí a recibirlo, su llegada coincidió con la salida de una mujer. Ella lo saludó amablemente, me sonrió, me besó, le paré un taxi y se fue. Cuándo estábamos subiendo, Carlos me dice: ¨te estás comiendo una casada...mirá vos- Pude ver su terrible alianza y su gargantilla con 2 hijos¨ A lo que respondí que si, que de hecho estaba apurada porque no quería llegar tarde a retirarlos del colegio¨ Pude observar en Carlos una mirada un tanto molesta...lo cuál me invitó a blanquear la situación, para quedar a salvo de cualquier juicio de valor. (Carlos es una persona muy conservadora, y no quería ver peligrar mi relación con él a raiz de este episodio) Por eso preferí decirle la verdad: que se trataba de una mujer casada, efectivamente, pero que estaba en mi casa a sabiendas de su marido. La cara de Carlos se transformó. Mezcla de incomprensión con admiración, me miró fijo unos instantes y dijo en voz baja: ¨vos si que le sacás jugo a la libido¨ y soltó una carcajada. Luego charlamos un rato en mi oficina, cómo era habitual, eligió una obras y se fue. A la semana siguiente, Carlos me manda un mensaje y me avisa que el martes no podrá venir a buscar unos cuadros, pero que enviaría a una empleada del local, y me solicitó que por favor la ayudara a cargar las obras en un taxi. Me dijo que cerca de las 13hs estaría llegando, así que 12.50 bajé a recibirla. A los 5 minutos recibo un whastapp de Carlos que decía: ¨Baco, por favor no dejes de mencionarme que te pareció la chica que te mandé...me interesa tu calificada devolución¨ A las 13 en punto, se detiene un taxi y se baja ella. Una morocha de treinta y pico, cabello ondulado, con mucha clase, tacos y un vestido entallado que dibujaba su figura. De más está decir que de inmediato me atrajo y a medida que la comía con la mirada, imaginaba la devolución que le daría a Carlos en unos minutos. Yo tenía las obras listas, así que la saludé muy rápido, la ayudé a cargar los cuadros en el mismo taxi que llegó, me sonrió, agradeció y se fue. Ni bien se subió, agarré el celular y le mandé un whastapp a Carlos diciéndole: ¨Estimado....quiero el teléfono de la empleada. Cómo se llama? La comí con la mirada, literal¨ (Y lo mejor es que se dió cuenta)...Que ojos intensos y que tetas hermosas, por favor... Además muy simpática... Que hembra!..encima en tacos, que fue lo primero que vi asomarse del taxi...y pude ver cuándo le abrí la puerta que llevaba ligas...!..Estuve a punto de meter los cuadros en el auto, dejarlo ir y subirla a la oficina y levantarle el vestido y pegarle flor de cogida, se lo merecía....me dejó loco, Carlos! Jajaja espero que sirva cómo devolución¨rematé. A lo que respondió: - jajajaja...perfecto Baco, per...fec...to¨ más que suficiente¨ Luego subí a mi oficina y continué trabajando y fantaseando acerca de lo que había ocurrido hace instantes. A ciencia cierta, no sabía si era tal la sensualidad de la chica, o si se había visto dimensionada por el pedido que Carlos me había encomendado. Por eso, para comprobarlo, le mandé un mensaje a Carlos diciendo: ¨nombre y teléfono¨y a lo que él respondía con una carcajada de texto. Así varias veces insistí: en mi defensa, yo le decía que él estaba en deuda conmigo, ya que gratuitamente yo había aportado mi calificación y no habia obtenido nada a cambio (no sabía que inventar para poder cogérmela) Fue ahi dónde Carlos me hizo sentir el rigor, respondiendo: ¨es casada, Baco, respeto por favor¨ A lo que respondí: ¨Carlos: Ud sabe que no es impedimento. Podríamos participar al marido...Ud conoce mi manera de pensar: A decir verdad....esa mujer mi miró por demás risueña, mezcla de simpatía y lujuria...créame lo que le digo: esa dama pedía carne...vamos,sólo páseme el teléfono y queda saldado: Y con mayor rigor que antes, respondió: No todo el mundo vive la vida cómo Ud: sepa respetar: Luego de eso, me hinché las pelotas y no volví a tocar el tema. Ya cerca del fin de semana, me estaba yendo de la oficina y me llega un mensaje de audio de Carlos, invitándome a su casa a cenar. Me sorprendió gratamente, porque si bien habíamos compartido cafés y almuerzos, nunca había transcendido lo laboral, por eso celebraba este momento. Me preguntó si me gustaba el sushi, a lo que asentí, y que me esperaba alrededor de las 22hs. Me tomé un taxi, pero estaba muy congestionada la Av. Córdoba, entonces le mandé un mensaje diciendo que estaba un poco demorado y que estaba de camino. Llego a su casa -una casona vieja en pleno Palermo viejo, reciclada, increible y le mando un whatsapp anunciándome. ´Él sale a recibirme y entramos juntos. Le hago mención a la belleza de su casa y me invita al living. Me siento en un sillón chesterfield de 3 cuerpos, en el centro, él se sienta enfrente, en un chester individual. Me agradece mi presencia y la aceptación de su invitación y -simultánemante- se disculpa por la tardanza de su mujer, que se estaba alistando. Yo le agradezco nuevamente su gesto y restándole importancia a la demora de su mujer, transmitiendo tranquilidad y rematé: Carlos, la noche recién comienza. No hay ningún apuro. Ya estamos celebrando¨ Carlos sonrió y se retiró del living. Me quedé observando las obras que tenía en sus paredes -obra muy interesante, por cierto- y repentinamente apareció Carlos, diciendo: Ya estamos, Ya viene y comenzamos. A los pocos segundos, me siento nuevamente en el chester grande, y me recuesto, me relajo, abrazándome al cuero. Carlos se para, y me dice; te presento: mi mujer, Verónica¨ a lo que agrega: Uds se conocen, verdad? y estalla en una risa. Yo no lo podía creer: No entendía nada y al mismo tiempo lo entendía todo...Me cayeron todas las fichas del juego y supe de inmediato que aunque estaba jugando de visitante, jugaría mejor que de local...continuar